martes, 28 de diciembre de 2010

I's fanfic time!!!




Titulo: Nuevo Amanecer
Autora: SaqquraY
Parejas: YamaJima
Genero: Yaoi~ Lemon
Comentariio: Este es un fanfic de una de mis escritoras favoritas SaqquraY... Espero que sea de su agrado!!
Yuto despertó, escuchaba su celular sonar una y otra vez.
-No quiero levantarme… -Murmuro, dándose vuelta para dormir de nuevo.
A los 10 minutos, su celular sonó de nuevo, haciendo que Yuto se despertara por completo. Se levanto algo enojado.
-Te matare, Chinen… por haberle puesto a mi celular la indicación de que sonara cada 10 minutos cuando llega un mensaje… -Murmuro molesto Yuto, mientras se dirigía hacia su celular.
Lo tomo y miro el remitente del mensaje.
-Que extraño… -Dijo Yuto-. Hace tiempo que Yama-Chan no me manda mensajes, y ahora lo hace en la madrugada.
Comenzó a leer el mensaje.
“Necesito hablar contigo, voy a tu casa en este momento. Yama-Chan”
Yuto quedo sorprendido. Miro la hora, eran las 6:59 de la mañana. Era muy extraño, Yama-Chan no era de las personas que madrugaban, ¿Qué demonios podía querer a las 7 de la mañana?
-Ya que… -Dijo Yuto, poniendo su teléfono sobre el buró-. De cualquier modo, ya debe venir en camino.
Se dirigió hacia donde se encontraba su computador, dando un enorme bostezo. Abrió la laptop y la prendió, se entretendría un poco en la red mientras esperaba a su amigo. Decidió conectarse a su correo, aunque sabia que a esas horas de la mañana, casi madrugada, y en vacaciones, ninguno de sus amigos estaría en línea. Estaba sentado frente a su computador, mientras sentía que sus ojos se caían de sueño. Yama-Chan realmente debía decirle algo importante, sino, lo mataría por levantarlo tan temprano sabiendo lo cansado que estaba después del concierto de esa noche.
No habían pasado ni cinco minutos, cuando escucho como tocaban la puerta de su casa. Se levanto apresurado, pues no quería que el resto de su familia se despertara. Fue hasta la puerta de su cuarto, y la abrió. Entonces, decidió volver al computador y poner en su correo el estado de “Vuelvo enseguida”.
-No creo que la plática con Yama-Chan se tarde demasiado –Murmuro Yuto, mientras configuraba su correo para que al cabo de 30 minutos de no volver, el estado se cambiara a “Ocupado”-. De seguro quiere contarme como le fue en su “cita” con Mariya-Chan.
Al decir eso, Yuto sintió una ligera punzada en el estomago. Esa chica no acababa de caerle bien, por más que intentara tratarla. No le gustaba que estuviera tan cerca de Yama-Chan. Salio de su habitación y fue directo a la puerta. Sin pensarlo, la abrió y se encontró a Yamada parado en la puerta.
-Buenos días –Saludo el chico.
-Extremadamente, son mas Días que Buenos –Dijo Yuto, indicándole con una señal a Yamada para que pasara.
Yamada entro tímidamente. Tenía un buen tiempo que no se pasaba por ahí. De echo, Yuto y el se habían separado mucho desde… Ni siquiera recordaba en que momento se había distanciado de su mejor amigo. ¿Cuándo había ocurrido?
-¿Qué necesitas? –Le pregunto Yuto, cerrando la puerta tras el.
-Solo quiero hablar contigo de algo importante… -Dijo Yamada, tratando de sonreír.
-Habla, entonces –Le dijo Yuto, sin sonreír-. Ven, vamos a mi habitación.
Yuto camino hacia su habitación, pero Yamada no lo siguió. Le pareció un poco extraño ir con aquel alto chico a su habitación, pero no entendía porque… Si, de pequeños, prácticamente se la pasaban ahí platicando y jugando.
-¿Qué esperas? –Pregunto Yuto-. No quiero que el resto de mi familia se despierte.
-¿Estas molesto? –Pregunto Yamada, yendo rápidamente tras el.
-No molesto –Dijo Yuto, entrando a su habitación-. Perdón, pero tú sabes que no soy bueno por las mañanas, o ¿ya lo olvidaste?
-Cierto –Yamada también entro a la habitación, y dirigió su mirada al computador prendido de Yuto-. Parece que ya estabas despierto.
-No, la prendí para entretenerme mientras tú llegabas –Dijo Yuto, sentándose en su cama-. Pero llegaste demasiado rápido, cierra la puerta, por favor.
-Esta bien –Dijo Yamada, cerrando la puerta tras de el, y volvió a mirar el computador-. Al parecer alguien te habla…
-¿Vas a decirme lo que quieres o no? –Pregunto Yuto, sonriendo.
-Lo que pasa es que… -Comenzó Yamada, sentándose en la silla frente al computador de Yuto, pero dándole la espalda al computador-. Quiero contarte lo que sucedió en mi cita con Mariya-Chan…
-No lo puedo creer –Murmuro Yuto-. ¿Me despiertas tan temprano después de una larga noche de concierto, solo para contarme lo de tu cita con Mariya-Chan?
-Eh, si –Dijo Yamada, siendo sincero-. Es que ocurrió algo que me abrió los ojos, Yuto… Me di cuenta que yo…
-¿Y porque de pronto me lo quieres contar a mi? –Pregunto Yuto, algo molesto-. ¿Por qué no se lo contaste a Dai-Chan o a Chinen-Kun? Te llevas mucho mejor con ellos, ¿no?
-¿Por qué te pones así de enojado? –Pregunto Yamada, sintiendo como le hervía la sangre.
-¡No estoy enojado! –Dijo Yuto, comenzando a elevar la voz-. Es solo que ahora te llevas mejor con ellos, ¿no? Es mejor contarles tus cosas privadas a ellos, ¿no?
-¿Suenas a que estas celoso? –Dijo Yamada, sonriendo-. ¡Y no tienes derecho a estarlo, porque tu solo tienes ojos y boca para Keito!
Yamada se levanto bruscamente. Sus planes no eran pelearse con Yuto, pero el se lo había buscado.
-Y si te molesta que haya decidido contarte lo que siento, pues me voy –Yamada se dirigió furioso hacia la puerta.
Yuto se levanto rápidamente, y antes de que Yamada abriera la puerta en su totalidad, la cerro bruscamente, impidiéndole al chico abrirla de nuevo, recargando su mano en esta. No era tan difícil, puesto que Yuto era muchísimo mas alto que Yamada.
-No, espera, por favor… -Le dijo Yuto al oído a Yamada-. Yama-Chan, no era mi intención… Perdón, por fa…
-No hagas eso… -Murmuro Yamada, sintiendo como su piel se erizaba al sentir a Yuto tan cerca.
-¿No hacer que? –Pregunto Yuto, aun murmurando al oído de Yamada.
-No murmures en mi oído –Susurro Yamada, cerrando con fuerza sus ojos, sentía su corazón latir, tenia mucho tiempo sin sentirse así-. Yo… no ce si podré resistirlo.
-No tienes que resistir nada, Yama-Chan –Le pidió Yuto, aun sin saber el mundo de emociones que estaban atacando a Yamada-. Puedes decirme lo que quieras…
-Perdóname, Yuto –Le dijo Yamada, agachando su cabeza.
-No me has hecho nada malo, Yama-Chan –Le dijo Yuto-. ¿Por qué me pides perdón?
-No es por algo que hice –Contesto Yamada-. Es por lo que voy a hacer…
En ese momento, Yamada se giro sobre si mismo y todo el rostro a Yuto, acercándolo al suyo lo mas posible.
-Perdóname –Repitió-. Pero ya no lo resisto.
Y unió sus labios con los de Yuto. Estaba asustado, no sabia como reaccionaria su amigo, y aun así, era la sensación mas maravillosa del mundo. Sus labios eran calidos y suaves, y era lo mas dulce que había probado, aunque aquellos labios no le respondían. Intento hacerlos reaccionar moviendo un poco sus labios, pero no obtuvo respuesta. Sintiendo como su corazón se partía en miles de pedacitos, y sintiendo su rostro enrojecer de vergüenza, se separo de Yuto lo mas que pudo, pero como el mas alto lo tenia contra la puerta, no hubo mucha diferencia.
-Yama-Chan… -Murmuro Yuto-. Yo…
-De esto quería hablarte –Dijo Yamada, mirando el suelo, sintiendo como sus ojos se llenaban lentamente de lágrimas-. Yo me di cuenta que… a pesar del tiempo y la distancia que ha surgido entre nosotros, no… no he podido dejar atrás los sentimientos que tengo hacia ti…
Levanto un poco su vista, y observo la cara de total seriedad de Yuto. Era más que obvio que el chico estaba sorprendido, y probablemente, no encontraba la forma de rechazar los sentimientos de Yamada.
-En mi cita con Mariya-Chan… -Continúo Yamada, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas-. Yo… yo la llame “Yuto” cuando ella intento besarme. Y fue cuando realmente comprendí, que no importa que haga o a quien intente amar… Mi corazón solo te pertenece a ti.
Guardo silencio esperando la dura respuesta del mayor, pero después de unos momentos, quedo más que claro que ya no había nada que hacer ahí.
-Lamento mucho si esto que te dije te incomoda, de verdad… lo siento –Dijo Yamada, llorando-. Creo que tengo que irme.
Intento moverse, pero Yuto puso su otra mano del otro lado del cuerpo de Yamada, atrapándolo entre su cuerpo y la puerta.
-No te vas a ir –Murmuro Yuto-. No después de lo que acabas de decir.
Se acerco a Yamada, y lo beso. Era un beso tierno, sin prisas. Desde que lo había conocido, supo que estaba enamorado de el y le dolió mucho cuando se distanciaron, pero decidió aceptar la decisión del mayor. Se besan tiernamente, Yamada rodeo con sus brazos a Yuto del cuello, mientras el alto tomaba por la cintura al bajito.
Su beso, comenzaba a volverse mas apasionado a cada segundo que pasaba. Podían escuchar sus propias respiraciones agitarse cada vez más. Yuto hizo que Yamada chocara contra la puerta, pegando su cuerpo al de el. Necesitaba sentirlo, necesitaba saber que no estaba soñando.
-Yuto… -Dejo salir Yamada entre sus apasionados.
-Te amo –Le dijo Yuto, separándose un poco de el.
-Quiero estar contigo –Pidió Yamada.
Yuto volvió a besar a Yamada de forma apasionada. Entendía perfectamente la petición de Yamada, pero eso le causaba un poco de temor. Tomándolo por la cintura, comenzó a caminar hacia la cama, mientras que Yamada se encargaba de retirarle la camisa de pijama a Yuto. Cayeron ambos chicos sobre la cama, devorándose en besos y caricias, intentando despojarse torpemente de sus ropas, entregándose a un amor que era inmenso, dejándose llevar por sus sentimientos por primera vez en su vida, aunque no supieran como hacerlo exactamente se entregaban al sentimiento mas maravilloso que los unía con un enorme lazo. En cuestión de minutos, ambos chicos se habían despojado de sus ropas, quedando con su desnudez al descubierto, causando que ambos se sonrojaran. Yuto recorría con sus manos el bien formado pecho de Yamada, mientras el chico devoraba con amplitud el cuello del más alto.
-Yuto… No… no me hagas esperar mas, por favor –Pidió Ryosuke, sintiendo como su miembro se friccionaba una y otra vez contra el de Yuto.
-Yo… no se como hacerlo, no quiero lastimarte –Dijo Yuto.
-¡Solo hazlo! –Pidió Yamada, incapaz de aguantarse más.
Yuto se coloco sobre Yamada y observo el rostro sonrojado del chico.
-Será mejor que… que… -Yuto no podía expresar con palabras que es lo que quería, pero Yamada lo entendió a la perfección.
-Entiendo –Dijo el chico, abriendo un poco sus piernas.
Lentamente, Yuto comenzó a introducirse dentro de Yamada, causando que el chico comenzara a gritar. Rápidamente, Yuto se detuvo y con una de sus manos, tapo la boca de Yamada.
-Despertaras a toda la ciudad –Murmuro Yuto-. Mejor me detengo.
-Mo –Dijo Yamada, con la boca tapada-. O-fa-vo-mo-tega…
-¿Qué dijiste? –Pregunto Yuto, destapando la boca de Yamada.
-¡Que no te detengas! –Dijo Yamada, jalando con todas sus fuerzas a Yuto, logrando que el chico se introdujera por completo en el.
Yamada apretó sus labios, para no soltar ningún sonido. Yuto abrazo inmediatamente a Yamada y lo comenzó a besar, para ahogar sus gritos entre besos y distraerlo de aquel dolor. Se quedo inmóvil un momento para que Yamada comenzara a acostumbrarse a la invasión de su miembro. Cuando Yamada comenzó a responder sus besos, Yuto estuvo seguro que podía continuar.
Comenzó a moverse lentamente, mientras besaba apasionadamente a Yamada. No quería lastimarlo por ninguna razón, pero a la vez quería complacer su petición. Al cabo de unos momentos, Yamada comenzó a deslizar sonidos de placer en medio de sus besos. Abrazo a Yuto, y con sus brazos lo empujaba hacia el para ayudarlo con los movimientos. Yuto comenzó a moverse mas rápido a petición de su pequeño amante. De pronto, Yuto ya no podía besar a Yamada, pues ahora los gemidos salían de sus propios labios. Ambos chicos gemían al movimiento rítmico de sus embestidas.
-Yuto… Mas, mas… Yuto –Yamada comenzaba a volverse loco de tanto placer. Jamás había sentido una sensación así, quería que se terminara pero a la vez quería que jamás llegara a su fin.
-Yama-Chan… creo que… Aaah… Voy a… Aaaah –Con fuerte gemido Yuto se corrió dentro de Yamada.
Ambos chicos se abrazaron, y Yuto se salio de Yamada, recostándose a su lado. Yamada le dio un dulce beso en los labios a Yuto.
-Creo que… necesitamos descansar –Dijo Yuto, jalando las sabanas de su cama, y tapándose con ellas, al tiempo que también tapaba a Yamada.
-Yuto… yo te amo –Murmuro Yamada, un poco apenado.
-También te amo, tonto –Dijo Yuto, abrazándolo fuertemente-. Jamás te vuelvas a alejar de mí, ¿entendiste?
-Entendido –Yamada se acurruco en el pecho del alto y comenzó a quedarse dormido.
-Te amo tanto –Murmuro Yuto, antes de quedarse profundamente dormido.
Horas después, Yuto despertó. Había tenido un sueño muy reparador y se sentía lleno de energía, observo al chico que estaba a su lado, profundamente dormido. Le dio un tímido beso en la frente, y se levanto de la cama. Fue al baño y se ducho rápidamente, al salir, recordó que su computador aun se encontraba encendido.
-Lo olvide por completo –Murmuro Yuto, acercándose-. Lo siento mundo, pero tengo que atender a mi persona especial…
Y se desconecto de su correo justo a las 9:49 de la mañana.
                                                                                               Fiin... xD